Un brandbook es la guía que reúne la esencia de tu marca: cómo debe verse, cómo debe hablar y cómo debe comportarse. No importa si eres una empresa grande o un negocio pequeño: tener un brandbook básico te ahorra tiempo, asegura coherencia y evita improvisaciones.
Aquí te dejamos 5 consejos clave para empezar:
1. Define tu propósito y valores
Pregúntate: ¿qué aporta tu marca? ¿qué la diferencia? ¿qué valores quieres transmitir siempre? Escríbelos de manera clara y breve. Ejemplo: “Queremos que las personas se sientan seguras y en confianza al cuidarse con nosotros”.
2. Establece tu identidad visual
- Logotipo: versiones principales y secundarias.
- Paleta de colores: máximo 5, con códigos hexadecimales para que no haya errores.
- Tipografías: títulos, subtítulos y textos corridos.
Herramientas: Coolors (para crear paletas), Google Fonts (para tipografías gratuitas).
3. Define tu tono de voz y estilo de comunicación
¿Tu marca es cercana y amigable? ¿Profesional y técnica? Ejemplo: un centro de pilates puede ser cercano, motivador y con un toque aspiracional. Incluye ejemplos de cómo escribir (y cómo no).
4. Reglas para imágenes y contenido
- Estilo de fotografías (luminosas, naturales, profesionales).
- Iconografía o ilustraciones permitidas.
- Usos correctos e incorrectos del logotipo.
5. Simplifica y hazlo accesible
Un brandbook no debe ser un documento eterno. Empieza con lo básico (4-6 páginas) y asegúrate de que todo tu equipo y colaboradores lo tengan siempre a mano.
Herramientas útiles: Canva, Figma o Notion para mantenerlo digital y compartible.
👉 Con estos cinco pasos, tendrás una base sólida para que tu marca siempre se vea y se comunique de forma coherente, sin importar quién cree el contenido o en qué canal se muestre.
